¿Batería sulfatada?

Una batería sulfatada puede traer consigo varios problemas si no la identificamos a tiempo. A su debido momento, no es un problema que no pueda solucionarse, pero si hemos notado un principio de sulfatación en la batería, lo mejor será tomar las precauciones necesarias para no tener que desechar una batería dañada.

La sulfatación es el subproducto natural de una batería cuando se descarga; por lo que es uno de los problemas más comunes y cotidianos que llegan a nosotros. Naturalmente, recargar la batería podrá revertir los cristales de sulfatación y esto la convertirá nuevamente en electrolito, lista para producir energía nuevamente. Pero hay muchos casos en los que una batería ha quedado estacionada, se descargó, se descargó severamente y/o se agotó durante largos períodos de tiempo. Es ahí cuando la sulfatación interna que se produce comienza a aumentar su tamaño y se endurecerá en las placas. Esto suele comenzar a cubrir el área de la superficie de las placas, eliminando los productos químicos necesarios para producir energía.

La sulfatación disminuye el potencial para alcanzar una carga completa y autodescarga la batería más rápido de lo normal. Por lo que si su batería presenta este tipo de síntomas, será sencillo identificar el problema y así descartar que no se trate de otros inconvenientes. Cargar una batería sulfatada es como tratar de lavarse las manos con guantes, será inútil. En este punto, la carga por sí sola no restaurará la batería al punto de poder volver a utilizarse. La mayoría de las compras de baterías de reemplazo ocurren cuando la batería original ha llegado a este punto.

Ante cualquier consulta y/o duda con respecto a su batería, siempre puede buscar asesoría con nosotros.

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