Función y carga de batería.

La función y la carga de una batería son más simples de lo que se puede creer.

En el caso de la función, esta surge a partir de una reacción electro-química llamada Redox (reducción – oxidación). Que en simples palabras, hace un intercambio de electrones entre dos polos, lo que causa un cambio en los estados de oxidación de los materiales. Ambos polos se encuentran se sumergidos en una solución electrolítica y cada uno reacciona de diferente forma:
– En el ánodo o polo negativo se provoca la oxidación, debido a la liberación de electrones.
– En el cátodo o polo positivo surge una reducción de oxidación, en consecuencia de la ganancia de electrones.
La liberación de electrones viaja del polo negativo al positivo por medio del circuito o aparato que esté conectado.
Una vez que se realiza el intercambio, el cátodo queda cargado de electrones y reducido, mientras que el ánodo los pierde y queda oxidado. Este proceso puede ser revertido por medio de una fuente de energía externa, ya que el exceso de electrones viaja al lado positivo de la batería y la falta de estos en el polo negativo los cubre la batería.

Carga de batería.

Una batería debe cargarse de la misma manera en la que se descargó; es decir, si se descargó rápidamente se debe recargar igual. Cuando se descarga lentamente, debe recargarse de igual forma. Pero se debe prestar suma atención a que no se sobre cargue ni se sobre caliente en el proceso de recarga. El ácido sulfúrico que contienen las baterías pueden generar gases tóxicos y hasta explosivos si no se tratan con los cuidados indicados, siempre se deben cargar en áreas ventiladas; es importante desconectar el cargador cuando ya esté completa la carga para que las placas internas no resulten dañadas -afectando su funcionamiento-.